INTRODUCCIÓN
Debido a la situación excepcional que estamos atravesando por motivo de la crisis sanitaria, nos hemos visto envueltos en un escenario de estrés, preocupación, miedo, incertidumbre, impotencia,… junto con la incapacidad de continuar con nuestras vidas de la misma manera.
Esta nueva experiencia ha afectado además a la convivencia en diferentes comunidades, generándose conflictos que requieren de una gestión adecuada que salvaguarde el bienestar de las personas.
Ante esta situación insólita y lo que pueda originar a posteriori, la resiliencia se convierte en una herramienta indispensable para generar aprendizajes; también y más allá de la mera supervivencia, es una oportunidad de generar dichos aprendizajes sobre unos valores fundamentales para la convivencia en los que pueda sustentarse, como son la autoconciencia, la cooperación o la perseverancia.
Pero más allá del momento presente, es cierto que la realidad en la que vivimos actualmente se caracteriza por un alto nivel de actividad, de cambios y de individualidad como describe Zygmunt Bauman con su concepto de realidad “líquida”.
Esta realidad líquida angustia a las personas, que se ven sometidas a fuertes dosis de inestabilidad y al reto de construir sus propios paradigmas para manejarse en la vida. Todo lo anterior afecta sin duda a la propia identidad personal, a las interacciones sociales, y a la convivencia.
Esta propuesta pretende por ello ofrecer un espacio, un acompañamiento y unos recursos para apoyar el desarrollo de la resiliencia de una manera abierta y accesible a la sociedad, en un contexto y en una era en la que se nos invita más que nunca a reconstruir nuestras convicciones individuales y sociales.